¿DAVID YA ELIGIO?

El capitán del equipo argentino Alberto Mancini, de vacaciones con su familia, atendió uno de los pocos llamados telefónicos que estaban "autorizados". Del otro lado de la línea estaba "su" jugador, David Nalbandian.
El cordobés le pidió al capitán que, cuando vaya al Masters Series de Paris, considere para el punto de dobles para la gran final contra España, en Mar del Plata, a la dupla que hará con Lucas Arnold.
Ellos jugaron juntos en Madrid y lo harán la semana entrante en París. El último torneo de la temporada. Nalbandian ya eligió, no sólo que jugará el dobles del sábado 22 de noviembre -en toda la gira indoor jugó dobles como nunca antes lo había hecho-, sino con quien quiere jugar.
Lo que se deduce es que ni Nalbandian, ni el capitán analizaron como un error haber expuesto a David en el punto de dobles en la semifinal contra Rusia. Recordemos que, en principio, Nalbandian no iba a jugar el sábado, pero "se puso" con Guillermo Cañas. Argentina perdió y él se quedó sin piernas para definir la serie contra Nikolay Davydenko en el primer punto del domingo. Por suerte apareció Del Potro...
¿Puede jugar Arnold? Por supuesto. Es un doblista de gran calidad que ha regresado al circuito en septiembre del año pasado (estuvo un buen tiempo fuera de competencia por un cancer testicular) y ya está entre los 50 mejores del mundo (43 esta semana, el mejor de los argentinos en la especialidad). Y también tiene que ser considerado por las muy bajas performances de Guillermo Cañas y Agustín Calleri
Parece estar todo definido en cuanto a ese punto, más allá que David también jugó con Cañas y Schwank. La incógnita pasará, entonces, por quien será el cuarto integrante del equipo que jugará la final. ¿Cañas? ¿Calleri? ¿la juventud de Schwank? ¿Una chance para Mònaco? Por rendimiento, todos están lejos.
Más allá de todo, en la retina de todos los argentinos, está el apoteótico triunfo, 19-17 en el quinto set de Lucas y David en la semifinal del 2002 contra Rusia (Kafeklnikov-Safin) tras 6 horas y media de juego. Seis años después, como las grandes bandas que regresan, vuelven a juntarse para una alegría más. La última...